El domingo salió campeón del Apertura 2015 Peñarol, sí eso no se discute, pero la realidad es que el verdadero campeón fue otro. No fue un cuadro, no fue la gente, fue él: Marcelo Tabárez.

Quienes estuvimos el sábado en Jardines seguramente nunca nos olvidemos del día en que #LoVimosVolver y realmente en muy pocos meses.

Cuando le dio doping positivo allá por abril fue un baldazo de agua fría para todos. Uno de los chicos de la cantera, tenía su chance y en partido de Libertadores de daba positivo.

Pero se mantuvo la calma, algunos hablaron al santo botón, otros lo apoyaron, la cuestión es que el control antidoping le salvó la vida a Marcelito, porque no fueron drogas lo que detectó fue hormonas y eso llevó a descubrir que tenía cáncer.

El plantel, todos los danubianos, creo que al final todos los jugadores y todos los uruguayos nos fuimos solidarizando con lo que enfrentaba Marcelo y él nunca dejó de decir #MeVeránVolver.

El sábado volvió, con homenaje, con reconocimiento, con todo el cariño de quienes #LoVimosVolver y fue muy emocionante.

Entró al final del partido y la rompió, además le dio el tanto del empate a Danubio. Se fue haciéndole un gol de penal a Peñarol en el Estadio y volvió haciéndole un gol a Plaza en Jardines.

Volvió Marcelito, volvió agradecido y todos estamos agradecidos con él, porque fue él mismo el que le puso la garra y la buena onda, al que desde afuera de la cancha hacía chistes mientras miraba los partidos.

Él es el verdadero campeón del fútbol uruguayo.