«Che Danubio, sos mi vida, gracias por esta alegría, hace falta mucho huevo, para ganarle al primero, ya van a ver a Danubio campeón otra vez»

No es fácil ser hincha de Danubio, ya lo he dicho. Siempre cargamos con la mochila de «cuadro chico», de tener menos hinchas, pero sin embargo Danubio es grande muy grande. Somos campeones otra vez, el mismo día que hicieron nueve años de aquel en la hora y de taquito convertido por Diego Perrone.

Después de un campeonato para el olvido con Juan Ramón Carrasco, Leo Ramos le lavó la cara a Danubio y aquí los hechos: cuando todos decían que nos ibamos a la B,  ¡SOMOS CAMPEONES OTRA VEZ!

Garganta y corazón mezclados ayer por la hazaña, no dependíamos de nosotros, pero los resultados se dieron, el «Bola» Lima no falló y nos quedamos con el título.

Con un plantel que apostó a los jóvenes y a los antiguos jugadores de la casa, con algunas incorporaciones fundamentales y con jugadores que han ganado todo con el equipo. Con humildad, con altos y bajos, jugando en todos lados, con la fe intacta, así jugó Danubio este apertura.

Ya nos aseguramos copas internacionales, ya nos aseguramos una final, pero está en nuestras manos ser campeones del Clausura y no jugarla. Nos aseguramos mucho y por eso la alegría es inmensa.

Es un orgullo formar parte de la comunidad franjeada, de compartir una pasión familiar y de una vez más tener esta alegría!

Cuando todos nos creían muertos, cuando nos pegaban en el piso y decían que habíamos perdido el tren, ¡Danubio renació para estar en el lugar del que nunca debió irse! ¡LOS CAMPEONES!! ¡VAMOS DANUBIO TODAVIA!!!!!!!