Hace no tanto, en mi grupo de amigas se dio un debate. Por alguna razón nos pusimos ha conversar sobre el feminismo y muchas hablaban de no ser feministas, de que no se sentían con menos privilegios, de que el feminismo era extremo, etc, etc, etc.
Por momentos leía atónita (el debate fue vía whatsapp), por momentos me sorprendía lo profundo que sigue calando la sociedad patriarcal, incluso en un grupo de Millenials con alto grado de formación académica.
“Todas deberíamos ser feministas, chicas” dije en algún momento, sin pensar en Chimamanda Ngozi Adichie, y nunca me imaginé que Maria Grazia Chiuri haría de esa frase el leit motiv de la campaña de Dior. Esa frase, nuevamente, encendió el debate y aparecieron muchísimos micromachismos de la boca de mujeres que seguían dejándome sorprendida.
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El Día Internacional de la Mujer es una excusa, una excusa de las importantes, un Día para recordarnos y recordarle al mundo que poder escribir estas cosas y no ser castigada es gracias a que otras mujeres lucharon antes que yo porque yo tuviera voz y voto. Es recordarle al mundo que aún la brecha de género existe en muchos aspectos y que la sociedad patriarcal está muy arraigada.
También, es recordar, que occidente no es todo el mundo, que quizás la “igualdad” que buscamos las mujeres que hemos nacido de este lado del planeta, mujeres de otras partes no se imaginan lo que es porque viven en sistemas en los que están mucho más reprimidas.
Me vuelvo a agarrar de la frase, “todas deberíamos ser feministas”, y los hombres también. Porque, cómo podemos pensar en un mundo más sostenible, más justo y más equitativo, si ni siquiera nos damos cuenta que discriminamos a las personas nacer distintos órganos reproductivos y pensamos que unos son inferiores que otros.
Feministas, Día Internacional de la Mujer, Paro, todo son excusas. Pero excusas de las buenas, excusas para reflexionar en cómo usamos nuestro lenguaje para referirnos sobre unos y otros; reflexionar sobre los talentos y virtudes de las personas y no su género (que no son solo dos, sino muchos); excusas para terminar con los micromachismos y educar a las nuevas generaciones en igualdad; excusas para hablar sobre temas incómodos como la violencia machista, las situaciones diarias que muchas mujeres experimentamos y sobre el problema social que tenemos de fondo.
Vale la pena celebrar el Día Internacional de la Mujer, porque yo quiero que todas seamos feministas, que reconozcamos a todos los que nos han traído hasta acá, a todos los que han hecho posible que la sociedad este un poco mejor, pero también para reconocer que aún queda un largo camino por andar y que sí, que es una lucha, pero una de esas que se pelea todos los días y en las cosas más mínimas, y que nosotras podemos, por un mundo mejor y por un mundo mejor para las generaciones que vendrán.
Feliz Día Internacional de la Mujer y gracias a quienes estuvieron antes por habernos traído hasta acá
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