Hola Harry, crecimos

El domingo pasado fue un nuevo cumple de Harry Potter. Sí, mi mago preferido cumplió 36 años y el mundo lo honró con el estreno de la obra Harry Potter and the Cursed Child y la publicación del guión teatral.

El domingo no le dediqué unas palabras porque estaba muy entusiasmada leyendo y porque hoy salió esta nota: http://www.elpais.com.uy/divertite/nino-mago-adulto-atribulado.html

Más allá de lo que escribí para el diari0, que le puse mucho sentimiento, acá voy a explicar lo que sentí cuando puse mis manos sobre el libro.

Hace 9 años salió Harry Potter and The Deathly Hallows y creo que nunca me voy a olvidar de la alegría y la tristeza de que mi saga preferida se terminara. No es joda, cuando terminé el libro lloré bastante rato abrazada a él como si se tratara del final de una etapa para mi… Tenía 18 años y la historia que me había acompañado durante toda mi adolescencia llegaba a su fin… tristeza infinita.

Las películas amortiguaron eso, quedaban unas cuantas por delante en ese entonces pero el libro era el libro.

Cuando me enteré que se iba a estrenar Harry Potter and The Cursed Child, pensé en el epílogo de Deathly Hallows, ese sneek peak que tuvimos de la vida de Harry adulto y me imaginé que por ahí iba a ir la nueva historia.

El sábado, esperé que el reloj marcara las 00:00 del domingo y pude descargar el libro que había comprado en marzo en iBooks y me metí en la historia, cuando el cansancio me ganó decidí esperar a tenerlo en papel.

Lo busque en Bookshop de Portones como tantas veces. En esta ocasión no hubo evento, ni personas disfrazadas. Estaba yo, honrando a Harry con mi remera de Gryffindor y mi bufanda a tono —muchos pensaron que por alguna extraña razón estaba vestida como la selección española— y ansiosa por seguir leyendo.

El libro me duró lo que un suspiro y debo decir que me tomé mi tiempo para leer, nada de andar a las apuradas…Una nada, 308 páginas de un guión se pasan volando.

Al principio no me gustó mucho, Harry, ahora grande no lograba conectarse con su hijo y estaba muy consumido por sus propios demonios. Su hijo Albus no se sentía lo suficientemente querido.

No fue la mejor faceta de Harry, no estaba siendo un buen padre o al menos estaba claro que tenía un montón de carencias. Ver a Harry en este rol, no de héroe, no de salvador, sino de un padre desafiado por la tarea de entender a su hijo lo hizo más real.

Con Harry crecimos muchos y supongo que muchos atraviesan la misma etapa que él (no es mi caso). Lo que me llegó realmente fue una reflexión del libro, que sin decirla explícitamente aparece marcada y resaltada: el pasado nos convierte en lo que somos hoy y no debemos renegar de nuestros errores.

Con Harry crecimos, lo vimos sufrir, lo vimos enamorarse, lo vimos con el corazón roto y lo vimos sobreponerse a la adversidad. Seguramente ya no nos creemos invencibles como cuando eramos adolescentes y la vida nos ha dado algunos golpes a lo largo del recorrido. Pero si renegamos del pasado, muchas de las cosas que más valoramos en nuestra vida no estarían allí y no seríamos las mismas personas. Eso es lo que Harry adulto me enseñó.

Y sí, crecimos.

Un comentario en “Hola Harry, crecimos

  1. Aplausos!!! Y ya se a quien fue dirigido el comentario de el look de la selección española. Sorry, es que tu tenés tanto contenido, quedrida sobri.

    Me gusta

Deja un comentario