La cultura del desarreglo

Si hay algo que me molesta de sobremanera en la cultura uruguaya es que este bien visto andar «desarreglado» o desprolijo.

No hace falta analizar mucho, salís por la calle y lo que abundan son los championes, las crocs o las chancletas, peor aún la gente anda jogging todo el día y las mujeres no se arreglan el pelo y no se maquillan, simplemente no lo entiendo.

¿Cuál es la gracia de no esforzarse por verse prolijo? hay ciertos lugares que lo ameritan, por ejemplo el lugar de trabajo o algún evento especial.

Mi reflexión viene de la mano de que durante el Gran Premio Ramírez me costó bastante entender el código de vestimenta. Se supone que los palcos exigen cierta formalidad y nos horrorizamos cuando por derecho de admisión no podemos entrar a un lugar mal vestido, ese día estaba lleno de gente de bermuda y chancletas con un desalineo tremendo.

No soy hippie, estoy a años luz y no me gusta el estilo desarreglado, entiendo que las personas pueden vestirse de manera informal pero cuidado, estar bien vestido no implica estar vestido de forma elegante, es cuidar la apariencia y en este país es algo «malo».

Millones de veces me critican mi no renuncia a los tacos o al maquillaje, pero yo siempre estoy bien y no me avergüenzo.

Al Uruguay le falta más gente que cuide su apariencia, empezando por el presidente, que lejos de entrar en consideraciones políticas tiró la chancleta y anda en chinelas, incluso en actos de asunción de Bergara como Ministro de Economía cuando en la torre ejecutiva no se puede ingresar de sandalias o bermudas.

 

2 comentarios en “La cultura del desarreglo

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s